Se trata de un caso real, todavía sin aclarar.
Y te aviso de que yo no soy muy de fantasmas, ni de brujas, no creo en esas tonterías, sin embargo esto que te voy a contar lo he visto con mis propios ojos.
Entre los años 2004 y 2016 ocurrieron una serie de acontecimientos de brujería total.
Una mujer rubia, de mediana edad y acento argentino, compra una vivienda a la promotora-constructora para la que yo estaba trabajando…