Te voy a dar una definición que no creo que encuentres en la wikipedia ni en ningún otro manual de obra.
Un jefe de obra tiene que hacer cientos de tareas, pero hay dos grandes grupos que contienen las más importantes:
- Apoyar a los “buenos”.
- Despedir a los “malos”.
Se que puede sonar simplón, pero así es como lo veo yo.
Apoyar a los buenos
En la obra te va a costar encontrar a buenos profesionales, y me refiero tanto a personal en plantilla como a subcontratas.
Teniendo en cuenta esto, cuando encuentres a buenos profesionales cuídalos y apóyalos.
La mejor manera de apoyar a las subcontratas es la siguiente.
- Que no les falte tajo. Si son rápidos y buenos, que trabajen todo lo que puedan y más.
- Que no les falte material.
- Que no les falte documentación: planos de cotas, vistas en 3D, …
- Ayúdales con las mediciones para que no tengan que revisarse una vez hechas.
- Preócupate porque cobren en plazo.
- No los machaques con la burocracia.
Despedir a los malos
Por desgracia, no todas las empresas son colaboradoras ni se preocupan por la obra. Hay subcontratas y personal propio que va a lo suyo y le importa un pimiento el resto.
Cómo detectar comportamientos dañinos para la obra.
- Dejan remates pendientes. Suelen hacer el “metro fácil” y se escaquean de las partidas menos lucrativas.
- Inicialmente parecen baratos, pero luego intentan cobrar por administración un montón de trabajos.
- No se hacen cargo de su personal. Te lo dejan en obra y luego tienes que ser tú el que trate con ellos.
- Desperdician mucho material y no cuidan la limpieza en el tajo.
- Cambian al personal de una obra a otra sin avisar.