Te voy a contar que algunos buenos clientes sólo los encontrarás a partir de las 7 de la tarde.
Para mi, antes, las obras lo eran todo. No había gran cosa fuera de las obras. El personal, las subcontratas, los hormigonados, los albaranes, los pagos aplazados, los pedidos, los malos rollos,
Sin darme cuenta vivía en una especie de Matrix en el que todo es “para ayer”, todo hay “que rebajarlo un poco más”, casi todo se hace sin pensar demasiado y la excavadora comienza antes de que estén listos los planos.
la buena noticias es que nunca es tarde para darse cuenta de que el mundo es más grande que eso. Bastante más, por suerte.
Las obras, por norma general, son una mierda.
¿Qué si aprendes en las obras? Pues claro coño. Aprendes, espabilas… es un poco como la mili de antaño. Podríamos decir que “unos añitos” está bien.
En el 1999, cuando muchos de los que leen este email todavía no tenían pelo en los huevillos, me puse a trabajar para un promotor de los de toda la vida.
Estuvimos juntos más de 3 años. Después me fui para Canarias.
Ya te adelanto que sólo puedo hablar cosas buenas y que le estoy muy agradecido por todo lo que aprendí en sus promociones.
Él era muy rápido con los números y transmitía mucha autoridad tanto a las subcontratas como empleados, fuesen o no familiares.
Mi relación con él fue siempre en el ámbito laboral.
Recuerdo que siempre iba de aquí para allá con su Volkswagen Polo, de obra en obra… siempre con prisa, firmando facturas, resolviendo problemas, y a otra cosa mariposa.
Aquel hombre, de 7 de la mañana a 7 de la tarde era un promotor implacable, que solía apretar precios al máximo y que, también hay que decirlo, no destacaba por su generosidad, las cosas como son…
sin embargo…
fuera de las obras era mucho más espléndido, risueño, amable, generoso, … el Volkswagen se convertía en Mercedes, comía acompañado de alcaldes, se iba de viaje a lejanos paises…. y disfrutaba de los nietos.
A mi ese contraste me impresionaba bastante. Me chocaba ver que la misma personas era más agarrado que un pasamanos para el trabajo y mucho más desprendido para el ocio. Llámame ingenuo, si quieres.
El motivo por el que te cuento todo esto va al hilo, un poco, de lo que te adelantaba el otro día en un audio sobre las Direcciones de Obra. El mensaje es que “hay vida más allá de las obras, también para ti”
en nuestro gremio, ojo!. No digo que ahora te conviertas en adiestrador de hamsters
Nuestro gremio tiene mucho que hacer fuera de las putas obras. Ahí fuera hay clientes que se alegrarán de verte, te pagarán más y hablarán de ti a sus amistades si quedan satisfechos…
y lo más curioso de todo es que ese cliente particular, incluso puede ser alguien que trabaja de promotor por el día
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pd: como ya es viernes, vamos a bailar un poco con Maggie Rogers