Te voy a contar un método para subcontratar partidas que estén a medias. Aunque espero que no tengas que aplicarlo nunca.
Una vez tuve que terminar una obra en la que reinaba el mal.
Había una subcontrata de albañilería que se estaba “zampando” las partidas más jugosas. Lo cual no tendría nada de malo si no fuese porque iban dejando remates por todas partes.
Si llevas tiempo en obra sabrás que los remates son peligrosos. Te lo explico por si no has estado en obra.
Imagínate un cuarto de baño al que hay que colocar el azulejo. Un baño pequeño, con pilar saliente, hueco de ventana, cortes a inglete, agujeros para las intalaciones, etc…
Ahora imagínate una inmensa azotea llena de terrazas a las que hay que colocar el pavimento. Son terrazas grandes, sin recortes, rectangulares..
Imagínate también que te pagan al mismo precio el m2 de colocación de azulejo que de colocación de terraza. ¿Cuál elegirías?.
Efectivamente. La subcontrata eligió las terrazas…. Y también eligió los baños. Eligió todo pero no terminaban nada. Es decir, ponía 10 azulejos en un baño para poder certificar un 80% y también trabajaba en las terrazas para poder hacer metros como churros.
Cuando llegué a aquella obra era como si viviesen okupas.
Lo primero que hice fue enviar a la subcontrata a la puta calle. Fuera! a mamarla!
“te vamos a matar!, te vas a acordar de nosotros!, bla bla bla”
fuera!, a rascarla!
Una vez erradicado el mal, extirpado el tumor, seccionado el miembro infectado… había que buscar a alguien que quisiera terminar todos los remates sin agotar el presupuesto. Quedaba poca pasta.
Encontré a una subcontrata que parecía decente y le propuse entrar en la obra. Aceptó.
Una vez que le puse la zanahoria delante, me refiero a las terrazas que todavía no se habían pavimentado y con los que podrían ganar un buen dinero, le llevé a ver los remates.
Y ahora viene la técnica. No es nada del otro mundo pero igual, si estás empezando, te viene bien saberlo.
En vez de subcontratar los remates a un precio por m2 alto, le propuse hacer una estimación en tiempo de lo que llevaría rematar cada vivienda. Es una labor un poco tediosa pero merece la pena.
En una libreta vas anotando el número de vivienda, realizas la visita con la subcontrata y les preguntas por cuántas horas podría terminarlo.
Te dice que 2 horas.
Anotas: Vivienda 1A = 2 horas
y así vas con el resto de las viviendas una por una, hasta completarlas todas y llegar a un total. 47 viviendas por 52 horas.
Esta técnica es muy distinta a poner a trabajar a un oficial por administración, puesto que te obliga a estar pendiente de que el oficial no se esté tocando los cojones. Mejor zanjarlo en un número total.
Ya te digo. No habrás descubierto la pólvora, pero es otro enfoque de afrontar partidas despendoladas. Lo ideal es empezar bien y no dejar remates, por supuesto.
¿Cómo podemos hacer esto mismo en el ordenador? ¿Se puede?.
Con el módulo de planificación de Presto se puede hacer perfectamente.
Presto te permite añadir partidas nuevas o modificar la estructura de una existente. También te permite añadir mediciones distintas a las del proyecto original y certificación.
Con Presto puedes hacer un estudio de lo que tienes previsto gastarte y compararlo con el presupuesto pendiente. Lo puedes aplicar en una obra nueva o, como en este caso, en una ya empezada.
En la el Curso de Presto hablo bastante del Módulo de Planificación.
Se incluye soporte por whatsapp. Si te has apuntado estos días deberías de ver un botón en la web para contactar conmigo directamente.