Ayer te hablé de un sistema para contratar los remates de obra y que no se te vaya el dinero como churros pagando por administración.
Hoy te quiero contar cómo controlar obras si no tienes encargados a tu alcance, bien porque no hay o bien porque no puedes pagarlos.
Cuando estalló la burbuja inmobiliaria tuve la suerte de conseguir un curro muy bien pagado. Fue mi último trabajo como asalariado.
Además fue como una especie de examen final.
Algo que eché en falta al principio fue que no tenía encargado. Tenía tres obras que terminar y en ninguna tenía encargado.
para colmo las obras estaban separadas 20 km entre sí, una especie de triángulo de las Canarias.

Esto quiere decir que entre lo que vas de la obra “1” a la obra “2”, ya te la han metido doblada 50 veces. Demasiado riesgo.
Necesitaba encargados sí o sí.
La mala noticia es que los presupuestos de las obras no admitían más gastos de personal indirecto.
¿Qué hice entonces?.
pues lo que se suele hacer cuando hay poco presupuesto y necesitas fiarte de alguien: llamar a los colegas. Y no llamé a mi padre porque estaba lejos, que si no lo hubiese nombrado capitán de alguna de las obras.
Para la obra 1 contraté a un peón que había trabajado conmigo hacía años. Lo ascendí a encargado sin cortarme un pelo.
Para la obra 2 contraté a un amigo que era oficial albañil. Con un ojo colocaría azulejos y con el otro controlaría a otra subcontrata que estaba trabajando allí.
y para la obra 3 metí a dos colombianos, padre e hijo, que habían trabajado para la subcontrata del demonio. Como no había nadie más en obra no tendrían que controlar a nadie, simplemente ir rematando las viviendas y firmar algún que otro albarán.
La cosa salió bien.
La lección aquí es que hay que ser flexibles con los organigramas de obra. Está claro que mola mucho tener jefes de obra, encargados, capataces, replanteadores, gruistas, parqueros, repartidores… Mola mucho pero no siempre es posible. Lo que te interesa es identificar qué función del encargado es la que más necesitas, y tratar de compatibilizarla con la mano de obra directa que tienes a tu alcance.
En mi caso concreto hice que todos los “encargados” pudiesen justificar su salario realizando algunas partidas de obra, por poco que fuese, para aliviar el gasto de nóminas a final de mes. Es una idea.
Ahora mismo no llevo obras, pero enseño Presto, Revit, organización y páginas web con un punto de vista muy práctico. Si te apetece aprender alguna de estas materias, o todas, y poder preguntar por whatsapp lo que sea a alguien que habla tu idioma, abajo tienes un enlace para apuntarte.