Vamos a ver cómo aumentar el porcentaje de ventas.
Pero antes de entrar en materia deja que te cuente una historia muy breve que escuché en julio del 2016. Es una historia que me impactó. Verás que todo comienza en una vivienda de un tercer piso, un poco más alta en realidad porque es “bajo más tres“.
Volviendo al asunto de las ventas.
Cuando fue el confinamiento me enteré de que un vecino no podía pagar el alquiler. Entonces decidí darle un poco de pasta. Nada del otro mundo, nada que no hubieses hecho tú también en mi situación. Seguro. Así que ahórrate poner una vela en mi nombre el próximo domingo.
… pero seguí pensando y me dije…. “en vez de darle yo sólo algo de pasta, por qué no hacemos una vaquita el resto de vecinos”.
Entonces mi mujer, que por defecto se opone a mis iniciativas, me dijo “pero a dónde vas hombre de dios!??!!! no ves que igual se avergüenza y no le hace puta gracia que vayas diciendo que no puede pagar el alquiler”.
y bueno, me quedé pensando y decidí hacerle caso. Tendría que ser una ayuda anónima.
entonces se me ocurrió colocar una carta anónima en todos los buzones diciendo al resto de inquilinos que enviasen pasta, a la Empresa Promotora que nos cobra el alquiler, para un vecino del que no decía la vivienda.
Claro…
Visto en frío…. una vez que se te pasa el calentón solidario… una vez que termina la canción de “Yo quiero tener un millón de amigos….”
te paras a pensar sobre si tendrá éxito la operación y la cosa pintaba bastante chunga.
Tú imagínate que te encuentras en el buzón una carta que dice algo del tipo.
“Hay un vecino que no tiene pasta. Por favor, envía dinero a la promotora. Gracias. Adiós”.
¿Tú qué harías?.
Bueno, pues de eso trata vender. De meter historias en la cabeza de la gente y convertirlas en historias suyas. No es fácil, requiere empatía y mucha práctica.
Cómo sabía que tenía pocas posibilidades de conseguir aportaciones, decidí pedir ayuda profesional.
Llamé a Isra Bravo y le pedí que escribiese la carta.
Isra va de super macho ahí con la barba y tal… pero es un blandengue que te cagas. Así que aceptó el encargo gratis.
Unos días más tarde yo tenía la carta de Isra.
Imprimí veinte copias, una por vivienda, y las metí en los buzones.
Unas semanas más tarde me enteré de que otro vecino había hecho un ingreso gracias a esa carta.
A simple vista puede parecer poco, pero no lo es en absoluto. Joder, tú piensa que el vecino con dificultades había conseguido el doble de ingresos gracias a una puta carta. Eso es muchísimo.
Insisto. Convencer a 20 desconocidos para que ingresen pasta para un desconocido, de forma anónima, sin que tenga a nadie delante que les haga sentirse avergonzados si no hacen nada… nadie que pueda ver que tiran esa carta a la basura… nadie que les juzgue.. sólo ellos con un trozo de papel delante. Pues eso es la ostia.
Si te paras un momento a pensar la de veces que recibimos cartas con fotos de niños que pasan hambre, solicitando donaciones… y que con la misma rompemos el papel porque nos importa un carajo… entonces podrás visualizar la distancia que hay entre tirar la carta a la basura a molestarse en hacer una transferencia para un desconocido. Y todo por una carta. Así de bueno es Isra.
Isra además tiene un curso en el que enseña a enviar presupuestos de construcción. Puedes escuchar la primera lección gratis aquí.
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Se incluye soporte por whatsapp.